Autorretrato de Goya
Fija la idea de un hombre en torno a los veintitrés a veinticinco años, poco amigo de convencionalismos, de carácter firme y genio vivo. El aura romántica, de origen barroco, que posee el autorretrato aleja al autor de los principios neoclásicos que comenzaban a imponerse en los círculos académicos y prefigura muchos conceptos que se harán patentes en numerosas creaciones en las décadas siguientes.
Autorretrato en el taller
Goya se nos muestra en este cuadro como un artista que nos mira seguro de sí mismo, mirando al espectador y mostrándose en su actividad vestido con una indumentaria muy moderna para la época. Viste tejidos ingleses, pantalón de rayas horizontales y jubón corto con bordados. El aparatoso sombrero se debe a que está preparado con un armazón para colocar velas, pues Goya gustaba terminar sus cuadros con luz artificial. La luz incidede pleno en una gran ventana situada al fondo, lo que matiza la calidad de la iluminación del cuerpo de la figura. Entre la ventana y él se puede apreciar una mesa camilla sobre la que hay recado de escribir y papel, lo que podría denotar el deseo de aparecer caracterizado como intelectual. La figura queda en sombra, lo que provoca un interesante estudio de los matices de color en su ropa y cara, un motivo habitual en el pintor aragonés.
En cuanto a la técnica Goya hace gala de una gran rapidez en la ejecución de manchas de carácter impresionista caragadas d epintura y sin precisar los detalles, como correspondería a un cuadro pintado por iniciativa propia.
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